Los pueblos que han decidido superar las condiciones de pobreza no han tenido que importar políticos de países considerados avanzados. Se han levantado con el sudor y el sacrificio. Han reconocido sus debilidades y han trazado planes para superarlas en unidad. Nadie, en su sano juicio, puede temer a la unidad de un pueblo cuyo único propósito es buscar afanosamente el desarrollo, una búsqueda que supera el egoísmo, las ambiciones personales y otras tantas aberraciones que empujan a permanecer atados a las limitaciones.
Entender que en la unidad para salir del atraso, está el fracaso de algún político, es como despertar al borde del precipicio, asumiendo lo mal que andamos en la conducción del Estado dominicano. De ahí que valoramos la visión preclara de quienes legislaron para aportar al país la ley que crea los consejos de desarrollo en los municipios y provincias. Un mecanismo institucional que viene a desterrar los efectos nocivos del caudillismo político centrado en el culto a la autoridad política divorciada del sentir de la colectividad.
Ayer quedó evidenciado que estamos organizados, que contamos con entidades y líderes comunitarios preocupados por esta provincia, que tenemos sueños por construir y estamos dispuestos a aportar para alcanzar un mejor porvenir para nuestras familias y toda la sociedad. Ayer, junto al Grupo de Comunicaciones Ortiz Ruíz y la Cámara De Comercio, había un ejército de representantes del liderazgo social, religioso, profesional y comunitario, unidos en el sano propósito de colaborar con el recién conformado Consejo de Desarrollo Provincial.
Más que cuestionar la iniciativa, entendemos que la misma debe ser aplaudida, por cuanto se trata de elevar la bandera del progreso a partir de la unidad. La multitud que se dio cita en esta convocatoria resalta con el brillo inmaculado del compromiso, para dar inicio a una nueva historia: ya el pueblo sabe que lo que hoy nos falta, lo que no tenemos, no sólo ha sido por los malos políticos, sino que además, se debe a la falta de unidad. Reconociendo esa realidad, estamos unidos y dispuestos a trabajar para que se construyan las obras que estamos cansados de esperar.
Ya tenemos el Consejo de Desarrollo Provincial, identificamos las obras en orden de prioridad y mostramos actitud de colaborar con las autoridades. Entonces, debemos de empujar para que sean incluidas una parte de esas obras en la Agenda Nacional de Desarrollo. En ese esfuerzo no podemos encontrar escollos, todo lo contrario, lo que se necesita es gestionar a favor de una provincia que ha decidido avanzar.