SANTO DOMINGO. En unos entrenamientos que abrieron una semana antes de lo habitual y con llamado para lanzadores y receptores, Juan Carlos Pérez sorprendió a propios y extraños al aparecer el primer día con las Águilas en el parque Cibao dispuesto a jugar como si el torneo comenzara en esa fecha.
Pero en los primeros días del campamento del Licey en Boca Chica, que también abrió el 18 de septiembre, hubo una sensación similar con Juan Francisco, Diory Hernández, Engel Beltré y Esmil Rogers.
En el del Escogido, que empezó el 20, se vivió la misma impresión con Mauro Gómez y Rubén Sosa, el primero sin ver acción desde 2013 y el segundo Jugador Más Valioso del pasado torneo.
Y los Toros, que comenzaron el pasado lunes, no estuvieron exentos del fenómeno con el capitán Cristhian Adames desde el primer día. En las Estrellas se vivieron escenas similares.
El alto volumen de veteranos cuyo estatus todavía les garantiza turnos y entradas en la Lidom en una etapa en la que los campos de entrenamiento suelen estar repletos de jóvenes que serán detenidos después del primer mes tiene una explicación. Necesitan el dinero del torneo y usar el evento como vitrina para conseguir empleos para primavera-verano de 2018.
La convocatoria de las Águilas también tuvo temprano a Samuel Deduno, los cubanos Yunesky Maya y Francisley Bueno, la azul a Yamaico Navarro y Jairo Asencio.
Los Toros cuentan desde esta semana con Eugenio Vélez, Alexi Casilla, José Rafael “Jumbo” Díaz y Steven Moya, las Estrellas abrieron el martes con José Valverde, Radhamés Liz, Junior Lake, Jordany Valdespín, Jailen Peguero y Esmerling Vásquez.
“Me sorprendí cuando vi toda esta gente aquí”, dijo Hernández, líder entre los activos en hits con 473. “Dije, ‘bueno, el equipo va estar bueno desde el principio’. A veces empezamos con los peloteros jóvenes y después es que se van integrando, pero si empezamos desde el principio y jugamos el béisbol que sabemos jugar creo que vamos a dar mucha agua de beber”.
Hernández, de 34 años, viene de jugar en México luego de dos veranos en Japón. Francisco, de 30 años, también estuvo en suelo azteca desde de mayo.
Navarro, de 29 y que se llenó los bolsillos de dólares entre 2014 y 2016 en Corea del Sur y Japón, no jugó en el verano por una lesión en un hombro. Rogers, de 32, que tiró entre 2015 y 2016 en Corea, regresó a las ligas menores de los Nacionales tras superar una operación Tommy John.
“Nos sorprendió la cantidad de jugadores de posición que se reportaron al segundo día cuando el llamado era para los pitchers y para ellos el 25, pero el campo está abierto para todo el que quiera”, dijo Fernando Ravelo, ejecutivo de operaciones del Licey.
En una pelota en la que los prospectos son una interrogante son los veteranos y refuerzos fuera de la órbita de la MLB quienes llevan el gran peso. Pero las ofertas asiáticas a esos jugadores sin futuro en EEUU se han convertido en un arma de doble filo, porque una vez fichan para Occidente abandonan los equipos locales.
El caso de Pérez, el versátil guardabosque de 30 años fue dejado libre por los Tigres de Detroit el nueve de agosto mientras jugaba en AAA. “Este año no tuve la oportunidad de jugar tantos juegos (39). Soy agente libre, después que empiece la temporada es que los equipos se interesan en uno”, dijo Pérez.
Jair Jurrjens, lanzador curazoleño que reforzará al Licey, no guardó la forma cuando se le abordó sobre su presencia en el país, llegando de una suspensión de 80 partidos por exceso de testosterona.
“Estoy aquí tratando de buscar trabajo para el próximo año, quizás ir para Asia, estoy aquí para abrir los ojos a los scouts y los equipos. El Licey me llamó, yo hice mi research (investigación) y fue fácil para escoger al Licey”, dijo. [email protected]
Adames y Mauro, tempranos
El caso de Adames, de 26 años, el hueco con los Rockies no termina de abrirse. Comenzó la campaña en el equipo grande, pero el 30 de abril fue colocado en asignación y cinco días más tarde lo reclamó para enviarlo a AAA desde donde no lo volvió a llamar. Con 10 temporadas en la organización, ya sin la condición de prospecto una oferta asiática puede garantizarle a Adames el dinero que en Estados Unidos se ha alejado. “Tuve una oferta de Corea pero no pude pasar el físico por un problema en la rodilla, me mantuve aparando, bateando, tengo un par de libritas de más que en varios días se queman”, dijo Mauro Gómez, bate de poder en dos coronas rojas que jugó en Japón entre 2014 y 2016 con 65 jonrones que les dieron una fortuna.