Las labores en la oficina de Impuestos Internos se vieron afectadas en la mañana de este lunes, tras colapsar las baterías del inversor que le sirve energía a la dependencia estatal.
A tempranas horas de la mañana, se sintió una explosión la que provoco pánico entre los empleados de la dirección local de Impuestos Internos, los que fueron evacuados al parqueo de la institución.
Las labores recaudadoras y administrativas fueron suspendidas y todavía a las doce del mediodía continuaban en esas condiciones, dado el grado de contaminación de plomo y de otras sustancias químicas, que son componentes de las baterías.
Técnicos en el manejo de inversores trabajaban para normalizar la situación que generó el estallido de las referidas baterías.
En la gerencia oficial de la DGII de esta ciudad, se guardó silencio sobre lo registrado, mientras los contribuyentes no salían del asombro por la suspensión de las labores, razón por la cual de forma insistente llamaban a la redacción de Peravia Noticias en procura de información.
Por la actitud negativa de la administración de Impuestos Interno, de no ofrecer informaciones, las especulaciones y rumores se extendieron por la población y los mismos daban cuenta de forma alarmante, no del accidente presentado en el inversor, sino de una bomba y de un supuesto asalto a dicha oficina.
Pero por suerte Peravia Noticias comprobó, no por vía oficial, que se trató de una avería en su sistema alterno de energía eléctrica.
En el presente gobierno, según se ha denunciado, en lo que tiene que ver con política informativa, predomina un hermetismo extremo, que impide a los medios de comunicación servir noticias sobre los desempeños y situaciones que se presentan en las instituciones del estado.
Para los periodistas no hay libre acceso a la información, ni siquiera de un simple accidente que hace colapsar las baterías y sistema de inversor de Impuestos Internos, haciendo posible la suspensión temporalmente de las labores.
Se recuerda la crítica que hizo la sociedad de dueños de diarios del país al gobierno, por este manejar la cosa pública con mucho hermetismo y atribuirse el derecho de no rendir cuenta a la nación, a través de los medios de comunicación, de lo que se hace y se deja de hacer.