Cuando colapsa el sistema cloacal no hay otra alternativa que recurrir a la vieja práctica de construir pozos sépticos para depositar los desechos. Hasta hace unas décadas la ciudad contaba con su planta de tratamiento de aguas residuales y no había necesidad de cavar estos depósitos subterráneos.
Sin embargo, el crecimiento de la población y las construcciones desordenadas, han alterado el sistema cloacal, llevando a los moradores de los barrios y sectores residenciales a construir pozos sépticos para disponer de las heces fecales: una alternativa peligrosa para la salud de miles de personas que suplen sus necesidades de agua potable mediante la construcción de pozos.
Mientras tanto, lo que más preocupa a los moradores de los sectores María Carlita y 30 de Mayo, es que las cloacas colapsaron y los desechos y heces fecales brotan por las calles, inundando y contaminando sus viviendas, convirtiendo la zona en un verdadero infierno.
Ante esa situación, los residentes de los referidos sectores escenificaron una protesta en la que incendiaron neumáticos y lanzaron obstáculos en las vías, en reclamo de que los funcionarios del INAPA resuelvan la problemática.
Entre tanto, el hedor no se soporta, pero lo que menos soportan es la indiferencia con que son tratados ante un reclamo justo. Y es que en el 30 de Mayo como en el María Carlita, al igual que en otros barrios lo que se respira no es nada grato. Ojalá lo comprueben los señores del INAPA