En medio de llanto y dolor fue velado el cuerpo sin vida de la señora Yudis Anziani, la que fue asesinada en la mañana de ayer por su conviviente, Rafael Emilio Chalas Martínez, mejor conocido como Luis.
En la casita techada de zinc construida encima del muro de contención sobre el río Baní, que pasa por el barrio La Paja, que le había regalado su madre, fue expuesto en velatorio el cadáver de la malograda mujer.
Alrededor del ataúd que contenía sus restos mortales, se colocaron personas católicas que rezaban y orientaban sobre el peligro maligno que siempre rodea los tiempos de cuaresma.
En un ambiente de mucha tristeza, sollozo y sin salir del espanto, se veían en el mortuorio moradores de La Paja y mujeres de otros sectores que acudieron al velatorio en señal de repudio al hecho de sangre.
La hoy difunta dejó en la orfandad a cuatro menores, 3 hembras y un varón, contando la de menos edad con seis años, el segundo con 13, la tercera con 14 y la cuarta con 17.
El cuerpo de Yudis Anziani, tras practicársele una autopsia en el día de ayer en el Inacif, en Azua, fue entregado a sus familiares los que tras velarlo en la casa donde aconteció el suceso, hoy a las 11:00 de la mañana, procedieron al traslado del cadáver a la sección de Río Arriba donde se procedió a darle cristiana sepultura.
El padre de la joven mujer asesinada, José Altagracia Anziani, clamó por justicia contra el verdugo que le segó la vida a su hija.