Para que un pueblo pueda desarrollarse es condición insustituible que posea una educación de calidad. Algo que nadie cuestiona.
Desde hace muchos años venimos reclamando en nuestra línea editorial, la necesidad de elevar la calidad de la educación, y cada año, según estadísticas de organismos especializados, esta condición disminuye en vez de aumentar. Entonces, ¿Significa esto que en vez de avanzar estamos retrocediendo?
Lamentablemente así parece, ya que entendemos que para alcanzar la calidad en materia educativa, debe existir una relación armoniosa entre la clase magisterial y las autoridades, entre otros factores.
Ayer vimos con tristeza como la máxima autoridad local -fue juramentada- en un hermetismo y silencio tremendo, y para colmo, en un acto protegido y al mismo tiempo desfigurado por un contingente policial. Ante ese espectáculo que creíamos superado, nosotros nos preguntamos:
¿A qué se debieron estas medidas?
Parece ser que estuvimos ante lo que se conoce como: “un palo asechao”.Si el actual director del distrito educativo, Lic. José Andújar, concursó y ganó en buena lid, ¿Por qué no se siente digno de celebrar su logro en plena libertad?
Estamos retrocediendo cuando más se habla de que estamos avanzando en una revolución educativa, revolución ésta que debía ser sin guardias ni policías. Sin embargo, además del embarre político del que la han empañetado, también la están metiendo con el miedo y la intimidación, elementos de triste recordación en la nación dominicana.