Autoridades judiciales y policiales están a la espera de los resultados de la autopsia que se le practicó al joven que murió la madrugada del jueves, luego de recibir dos disparos por parte de un vigilante y ser atacado a palos y pedradas por una multitud en Villa Sombrero.
Según la información publicada en un periódico de circulación nacional, el médico forense que intervino en el caso, el doctor Walter López, explicó que se deben esperar los resultados de la autopsia que le practicó al cadáver el Instituto de Ciencias Forenses de Azua (INACIF), para establecer si la muerte de Miguel Antonio fue por las heridas que le causó la multitud, en una acción de linchamiento, o si fue debido a las heridas de los dos disparos que le propinó el seguridad.
Supuestamente Miguel Antonio Arias, de 19 años, habría intentado, junto a dos acompañantes suyos, y a bordo de una motocicleta, despojar de su arma de servicio a un seguridad, que resguardaba la casa del alcalde de Baní, en Villa Sombrero, Nelson Camilo Landestoy.
La versión que circula es que en la refriega del asalto el vigilante le propinó dos disparos de escopeta y que una vez herido el supuesto atracador se dio aviso a los bomberos y a la policía, quienes llegaron a socorrer a Miguel Antonio, pero cuando lo tenían en la camilla para montarlo en la ambulancia, “una multitud fuera de control se lo arrebató a las unidades de socorro y primeros auxilios y le entraron a palos y pedradas” hasta dejarlo casi por muerto.