Las reiteradas medidas de coerción o prisión preventiva, dispuestas por jueces llamados a impartir justicia, son cuestionadas por la mayoría de la población, cuando por razones obvias se conocen procesos que pueden ser resueltos conforme a la lógica formal del derecho. Desde esa perspectiva, es difícil comprender el por qué algunos magistrados en funciones de jueces, despachan sentencias arbitrarias que envían malas señales a los ciudadanos.
El mensaje más distorsionado lo acaba de enviar con el caso del vigilante -que según los partes noticiosos- ejerció el trabajo para lo cual estaba contratado. Recordamos que prestaba servicios en la residencia del alcalde del municipio, y que según todas las versiones recogidas en el lugar, todo parece indicar que éste se defendió de un presunto atracador que lo quería despojar de la escopeta que portaba para cumplir con la misión de vigilar. Todo apunta a que en el forcejeo el vigilante lo hirió y la multitud lo linchó, tomando así la justicia en sus manos. Los vecinos del sector, y toda la comunidad de Villa Sombrero, así lo relatan.
Sin embargo, para nuestra sorpresa, se le ha impuesto al joven vigilante la medida de tres meses de prisión preventiva. Con una medida como esa -de tres meses, mientras se investiga- están atemorizando a la sociedad para que no se atreva a tocar un delincuente más. Peor aún, el mensaje es que debemos dejarnos matar, ya que en la nación dominicana cuando se actúa en legítima defensa contra un delincuente, es el afectado quien paga las consecuencias. y al mismo tiempo, igualan la condición del ciudadano con la del delincuente.
Entonces, ¿ahora qué debemos hacer si intentan atracarnos? Será que según el juez ¿debemos dejar que hagan con nosotros lo que hicieron con el pobre pescador que lo sodomizaron con una mano de pilón? Tal vez eso haría la magistrada que conoció la medida de coerción para alegremente, sin reflexionar, despachar la sentencia que todos tildan de arbitraria. De verdad que en la sociedad banileja la justicia anda como la carreta que va halando a los bueyes.