El pasado sábado asistimos al primer parto gestado en el vientre fecundo de la más vieja universidad del Nuevo Mundo: un acontecimiento histórico que define la vida útil del centro UASD-Baní, el cual llegó a esta ciudad para aportar al desarrollo de todas las comunidades de la región.
El magno acto de graduación contó con la presencia de las autoridades locales, con una representación de la alta casa de estudio, y sobre todo, con cientos de munícipes que fueron testigos de todo lo acontecido. Por supuesto, también estaba la prensa, la aliada directa de un centro que abrió sus puertas hace una década.
Precisamente, como parte protocolar entendimos que por tratarse de la primera graduación se haría mención de los esfuerzos realizados por valiosos hijos de nuestro pueblo que impulsaron con entusiasmo la lucha por traer a la provincia el centro académico.
Sin embargo, lo provechoso fue apreciar la calidad formativa de los graduandos: unos 76 en total. 33 de grado y 43 en diversas áreas de post grado, quienes salen de las aulas con la encomienda de servir a la sociedad. Propicia es la ocasión para felicitar a los graduandos, a la familia universitaria, y de manera especial, a quienes hicieron posible el desarrollo del solemne acto.
Obviamente, debemos destacar el llamado vehemente del director del centro, maestro Rafael Aguasviva, para que el presidente Danilo Medina, asuma construir la ciudad universitaria, el mayor anhelo de los banilejos y de todos los habitantes de la provincia Peravia.
Ojalá que su propuesta de crear una súper comisión para visitar el palacio y recordar al presidente la promesa de construcción que data de hace varios años. Que la comisión cumpla con esa misión sería un paso importante que bien pudiera materializarse en el transcurso de esta semana, porque Baní reclama con urgencia la ciudad universitaria.