Cuando la población banileja comienza a despertar, asumiendo defender sus valores, costumbres y tradiciones, sentimos que las punzadas de la división buscan estropear los sanos propósitos que nos invitan a transitar por el camino de la unidad.
Obviamente, como es lógico suponer, a todos nos afecta la delincuencia, la violencia y la criminalidad. Nadie escapa de las garras de malhechores que roban, asaltan y atracan sin piedad. Sentimos el terror por la falta de seguridad, y nos preocupa el crecimiento de los flagelos sociales que arropan a nuestro amado pueblo. Por lo menos, en eso parecemos estar de acuerdo.
Sin embargo, aunque todos pregonamos los mismos objetivos, en la práctica estamos divididos.No es casual, fortuito ni normal, que en un pueblo pequeño donde se invoca el espíritu de familia, en menos de un mes se hayan realizado tres encuentros, dos caminatas y una caravana, con igual propósito, desde varios litorales, cuando lo que prima en el ambiente es el deseo de juntarnos para elevar la imagen de un pueblo que busca afanosamente recuperar su estatus de moralidad.
De ahí la necesidad de ver a las autoridades locales integradas en los movimientos sociales, junto a los comerciantes, las iglesias, gremios profesionales, entidades sindicales y medios de comunicación, para enviar el mensaje de unidad e integración que todos esperamos.
Es desalentador apreciar signos de división, de protagonismos y falta de orientación en una clase política que se va colocando cada vez más lejos del pueblo, de sus luchas y expectativas de soluciones.
Si la lucha que hoy nos convoca es por la familia, la paz y la no violencia, entonces tenemos coincidencias. Si los profesores estudiantes y todos los sectores del pueblo nos identificamos con el proyecto de construcción de la Ciudad Universitaria, entonces debemos caminar en unidad.
Si las iglesias abogan por un clima de paz, amor y justicia, entonces, ¿Por qué no caminar en unidad? Aún estamos a tiempo, tenemos los mismos problemas, las mismas inquietudes y los mismos sueños que juntos debemos conquistar.