Hasta hace unas décadas, la base económica de la provincia Peravia era sustentada por la producción de café, que permitía la integración de cientos de personas a las tareas de siembra, recolección y venta del aromático grano. Un ejercicio de hermandad que acercaba a los comunitarios.
Hasta el calendario escolar era ajustado a los meses considerados para la cosecha, y que conocíamos como “La Zafra”. Recordamos con nostalgia a los pilares de la producción cafetalera, los que emprendieron con esfuerzo la tarea de reforestar nuestras montañas con miles de plantas que luego permitian el sustento familiar y la permanencia de los manantiales que traían agua, vida y esperanza a la ciudad. Hoy, en el día del café, es preciso resaltar a los héroes anónimos, que contra viento y marea, a pesar de los obstáculos y limitaciones, están de pie, soñando con un amanecer radiante donde no sólo florezcan sus plantaciones sino que, desde el Estado escuchen sus demandas de atenciones.
Ya el café no es el protagonista de la economía banileja, pero se niega a desaparecer porque forma parte de la cultura gastronómica de nuestro pueblo. De ahí el compromiso de la Fundación Monte Bonito, del Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz, con la siembra del café, en la doble función de garantizar la permanencia de los productores en las montañas y a la vez reforestar para que fluyan los manantiales que están a punto de desaparecer por la acción depredadora del hombre. Son muchos los profesionales y empresarios locales que tenemos deuda de gratitud con el café, con el conuco tradicional, con el maravilloso grano que resume parte de la historia reciente que debemos rescatar. Hagamos el museo del café, sembremos desde las alturas, en bosques y praderas, las plantas de la cultura cafetalera, como un monumento de respeto a los forjadores de nuestra sociedad.
La Móvil de INTRANT vuelve a Baní
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐋𝐚 𝐠𝐨𝐛𝐞𝐫𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐢𝐯𝐢𝐥 𝐝𝐞 𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚 𝐡𝐚 𝐚𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐨́𝐯𝐢𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝐈𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐭𝐨 𝐍𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐓𝐫𝐚́𝐧𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐨𝐫𝐭𝐞