Como algo inexplicable, carente de toda lógica, y por demás irracional, se define la decisión de la Junta Central Electoral, de eliminar el voto de arrastre en 26 provincias del país, dejando fuera las seis principales plazas electorales que concentran alrededor del 58 por ciento de la población votante.
Desde el momento en que se dio a conocer la resolución, no han cesado las críticas y cuestionamientos de los partidos políticos, ya que se estima imprudente que en la curva descendente del tramo electoral se pretenda distraer la organización del proceso, agregando un elemento que todos tildan de inconstitucional. Así lo reflejan las diversas opiniones de juristas y políticos independientes, al igual que los dirigentes de entidades políticas. Sin embargo, lo que más preocupa es la actitud del presidente de la Junta Central Electoral, quien acaba de afirmar que no habrá marcha atrás, y que la resolución emitida no será aplicada en todas las demarcaciones del país, lo que creará un precedente negativo en la aplicación de justicia.
Pero más allá de la resolución, comienzan a salir las conjeturas del escandaloso ruido que provoca la JUNTA, ya que algunos señalan que se trata de una trama intencionada, dirigida a abortar el proceso electoral. Obviamente, en la medida en que nos acercamos a la contienda, se intensifican las sospechas, por las constantes nebulosas que se presentan en el escenario político nacional, y más aún, por los plazos establecidos en la ley electoral, los que han sido definidos por la propia Junta Central Electoral, y que deben ser cumplidos por los partidos políticos que hoy están recurriendo la referida resolución en los altos tribunales de la República, lo que conlleva tiempo, y causa preocupación.
La sociedad dominicana busca afanosamente fortalecer el sistema democrático, y esto sólo será posible con la unidad del pueblo, y el respeto a la Constitución y las leyes que rigen la nación.
Conmemoración del natalicio de Salomé Ureña: símbolo de la educación y la mujer dominicana
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝟐𝟏 𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐭𝐚𝐥𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐥𝐨𝐦𝐞́ 𝐔𝐫𝐞𝐧̃𝐚 𝐝𝐞 𝐇𝐞𝐧𝐫𝐢́𝐪𝐮𝐞𝐳, 𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐠𝐮𝐫𝐚𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐞𝐦𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐭𝐞𝐫𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚, 𝐥𝐚