Son muchos y comienzan a preocupar por los daños que causan a la población. Algunos son tan estridentes que dejan sus nocivos efectos en lugares distantes, poniendo en riesgo la imagen del país. Son ruidos que alteran la paz y el sosiego de la familia dominicana, y que debemos poner fin por respeto a la sociedad.
En los últimos meses la nación ha sido sacudida por oscuros episodios que llaman la atención de los medios de comunicación, como el caso donde resultó baleado el ex pelotero de grandes ligas David Ortíz, un hecho que llegó precedido de la campaña internacional que intenta presentar al país como uno de los más peligrosos de la región del Caribe, llegando algunas embajadas, como la de los Estados Unidos, a emitir un comunicado de alerta a sus ciudadanos para que tomen precauciones a la hora de decidir visitar el territorio nacional. Luego, como un eslabón en la cadena, surgen las muertes de turistas que escogieron nuestro país como destino para vacacionar: muertes consideradas como hechos aislados pero que han sido denunciadas a través de medios internacionales para dar la voz de alarma sobre el supuesto peligro de viajar a la República Dominicana, situación que llevó a una línea aérea a emitir un comunicado con la opción de devolver el pasaje a los que habían reservado vuelos con los turoperadores.
Y así llegamos al ruido que causa el gobierno con la actitud reiterada de reformar la Constitución de la República para habilitar la re postulación del presidente Medina, un ruido que se reproduce con el escándalo de corrupción denunciado en torno a la construcción de la planta termoeléctrica Punta Catalina, donde el rumor publicó acaba de sentenciar a importantes figuras del presente gobierno, y hasta de los que fueron funcionarios de otras administraciones. Entonces, ¿Cómo podemos hacer frente a la problemática social que nos afecta?
Ojalá que el pueblo encuentre la respuesta, porque no conforme con los ruidos que molestan, desde el litoral del gobierno se despachan con el tema de la ideología de género en el sistema educativo dominicano, un ruido que ha penetrado a los sacros espacios de las iglesias, llevando a católicos y evangélicos a transitar el camino de las protestas. Entonces, ¿Será que los ruidos nunca habrán de terminar en la sociedad dominicana?
Senador Julito Fulcar respalda llamado de la JCE contra el proselitismo a destiempo
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃.- 𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐢𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐉𝐮𝐥𝐢𝐭𝐨 𝐅𝐮𝐥𝐜𝐚𝐫, 𝐞𝐱𝐩𝐫𝐞𝐬𝐨́ 𝐬𝐮 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐚𝐥𝐝𝐨 𝐭𝐨𝐭𝐚𝐥 𝐲 𝐚𝐛𝐬𝐨𝐥𝐮𝐭𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐉𝐮𝐧𝐭𝐚 𝐂𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐥 𝐄𝐥𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚𝐥 (𝐉𝐂𝐄) 𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨