Todos los diagnósticos alertan sobre el difícil estado en que se encuentra, con múltiples dolencias, carencias de recursos y, para colmo, a pesar de sus grandes aportes a la familia, hoy está abandonado, en un espantoso proceso de hacinamiento.
Desde hace años padece los efectos de la contaminación, de las actividades ilícitas y de la falta de atención de las autoridades que deben garantizarle protección. Y ahí está, recostado en un lecho cada vez más degradado, muriendo frente a nosotros, en medio de los que ayer celebraban con él los más hermosos encuentros. Y podemos verlo retorciéndose de dolor sin merecer la más mínima señal de compasión por parte de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Se trata del río Baní, el que está siendo asesinado de manera progresiva por individuos que destruyen su cauce sacando arena de forma indiscriminada y arrojando escombros que amenazan con destruir la escasa vegetación que le acompaña. El río Baní, el río que lleva el nombre de nuestro pueblo, muere por la indiferencia de quienes pueden evitar su deceso. Ahora que vemos una luz de esperanza, que se han realizado varios operativos con la participación del Servicio Nacional de Protección Ambiental, creemos que es el momento para levantar al pueblo en defensa de la vida de un amigo cuya muerte debemos evitar.
Es tiempo de demostrar que el río Baní no está sólo, que tiene dolientes y que juntos lo vamos a defender, cueste lo que nos cueste.
Gran porcentaje de ciudadanos peravianos se expresan a favor de candidaturas independientes
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐔𝐬𝐮𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚 𝐍𝐨𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐨𝐟𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐨𝐩𝐢𝐧𝐢𝐨́𝐧 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐓𝐫𝐢𝐛𝐮𝐧𝐚𝐥 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐬 𝐢𝐧𝐝𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬.