El consumidor de sustancias controladas por la ley, que despojó a un guardián privado de la tienda La Gran Maravilla de una pistola con la que prestaba su servicio para de inmediato proceder a asaltar a una cajera del establecimiento comercial, a la que despojo de unos 81 pesos, le robó la motocicleta a un motoconcho y posteriormente se dirigió al barrio 30 de mayo para asesinar a dos vecinos, era parqueador del negocio víctima del atraco.
Wellington Giordano Peguero, según lo revela el guardián despojado del arma homicida, Rafael Lorenzo Arias, llevaba varios meses, como parqueador de La Gran Maravilla, del área que comprende la calle Uladislao Guerrero.
Narra el seguridad privado, que Wellington Peguero, aprovechó cuando él estaba trepado en un banquito subiendo una de las puertas de salida de La Gran Maravilla, próximo a las 9:00 de la noche y que al estar utilizando sus dos manos, este procedió a desarmarlo para cometer los hechos posteriores.
De su lado Julio Cesar Martínez, motoconcho con más de 18 años de servicio, también cuenta el difícil momento que pasó cuando Wellington lo encañonó con la pistola para despojarlo de su motor, el cual después de este asesinar a Eliver Báez y herir a su padrastro, el que falleció dos días después, fue recuperado quemado.