La semana pasada fue muy trágica para el municipio banilejo, a juzgar por los hechos violentos y la tendencia en esa dirección ha continuado en la presente.
Se recuerda que el martes ocho falleció un extranjero, a causa de un accidente de tránsito, que al día siguiente resultó muerto con saña el joven Freddy Luis Amador y el día diez, en horas de la madruga, a consecuencia de un accidente de tránsito en el tramo de la carretera Sánchez que comprende Baní y Azua, conocido como el número, murieron cinco personas al estrellarse un camión cargado de gandules con una patana.
En este accidente, resulto muerto un agente policial depuesto en esta ciudad Bani, al que traían de bola desde Azua a esta ciudad.
El policía falleció cuando era atendido en el hospital Nuestra Señora de Regla.
Estos hechos y otros que se han suscitado en toda la zona, son muy preocupantes, y la vez motivo de reflexión para los que siguen las estadísticas de acontecimientos violentos.
Se habla de la estrechez de tramos carreteros, del no uso de cascos protectores, del exceso de velocidad y por otra parte de la falta raciocinio que se ha apoderado de muchas personas, que por cualquier cosa intrascendente, le arrebatan la vida a otra, con saña y odio.