Los Chuineros del Cañafistol sienten el corazón destrozado por la muerte de su compañero de canto, Rafael Emilio Aguasvivas.
Rafaelito Mejía, integrante del grupo, revela, que a los Chuineros se le ha ido la alegría y la inspiración con la muerte de Juan la pesca.
Dice Rafaelito que era el que motivaba al grupo y quien los hacia reír y sentirse con los ánimos encendido.
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Asegura que desde el mismo momento que supo de la muerte de su compañero, no ha podido dormir ya que la paz de su cuerpo se le ha ido.
Rafaelito Mejía, con hondo dolor, revela que le aconsejo a su querido compañero que no se fuera para Boston, pero que este optó por irse para entonces dejarlos solos para siempre.
