Una empleada del hospital municipal de Nizao hizo hoy un llamado al Gobierno y a las autoridades provinciales para que no permitan su cancelación, ya que puede demostrar que tiene problemas de salud.
La joven Rosangela Martínez, que laboraba en el departamento Senasa del centro de salud, tuvo que pedir una licencia porque sufre de problemas pulmonares que la convierten en una persona vulnerable al Covid19, pero según ella la dirección no acepta su situación de salud y le exigió que volviera a trabajar, por lo que optaron en cancelarla en plena cuarentena.
Martínez, madre soltera y con una hija enferma, pide la intervención del presidente Medina a través del senador Wilton Guerrero Para que le devuelvan su empleo.
Al igual que la ex encargada de cobro de Senasa, otras empleadas del hospital de Nizao están siendo amenazadas con su cancelación sino vuelven a su lugar de trabajo aunque presentan enfermedades susceptibles al coronavirus.