Bani ha tenido no videntes, que han desarrollado inteligencia a todos los niveles que le han permitido vivir entre los demás en un estado de cierta apariencia de normalidad.
Ellos, de una forma u otra, han buscado la manera de subsistir y han caminado solos por las distintas vías de la ciudad y del ayer recordábamos ciegos muy reconocidos en nuestra ciudad, por sus agilidades y destrezas desarrolladas, y entre ellos recordamos a Lucas de Matagorda y a Eliot del sector Villa Majega.
Estos no videntes se vieron afectados de cegueras extremas, por circunstancias diferentes y todos ellos se caracterizaron por su seriedad y apego al trabajo, viviendo en un ambiente de carencias y de humildad.
Ahora contamos de nuevo con otra persona que camina las calles más transitadas de la población en medio de grandes riesgos de ser chocado por vehículos, y se trata del señor Tomás Arias, panadero de vieja data, que llegó a trabajar en las panaderías más reconocidas de décadas atrás en la ciudad.
Tomás reside en Peravia y desde ese lugar, haciéndose acompañar de un pequeño bastón, se dirige a la zona urbana, tomando la carretera Sánchez para pasar por encima del puente sobre el río Bani.
Este ciudadano, que fue ejemplo de trabajo, ha desarrollado cierta inteligencia que le permite transitar por las distintas calles de la ciudad hasta llegar a los lugares deseados.
Dice que tiene en su mente un mapa de la ciudad y que las distancias de un lugar a otro las tiende calculadas por pasos, por lo que desde Peravia se dirige a la ciudad a visitar amigos que siempre colocan su mano generosa hacia él, entre los que se encuentra, José Tejeda (Guazupan), en Guazuma, ya que trabajo en una panadería de su padre, Don Eugenio Tejada.
Tomás Arias, a pesar de los años que laboró en la industria del pan, nunca ha podido obtener del gobierno una pensión, aunque cuenta con la tarjeta de solidaridad, con la que adquiere alimentos.
Tomas Arias nos habla de su situación, años de trabajos y del mapa e inteligencia que Dios le ha depositado en su mente, que le hacen posible dar su vuelta por la ciudad para visitar amistades que nunca le olvidan.