Nunca se han ido, están en la ciudad, se desplazan por todas partes y andan al asecho de la menor oportunidad para atacar a sus víctimas. Son los que se lanzan a las calles con la intención de atracar, robar y asaltar sin importar la hora y el lugar. Son los que en medio de la pandemia salen con mascarillas y pocos logran identificarlos, haciendo aún más difícil la vida en sociedad.
Y aunque siempre han existido como un flagelo social, es preciso implementar un plan de seguridad ciudadana que asuma el control de las calles. De ahí el llamado a las autoridades locales, para que activen los mecanismos de prevención y combate a la delincuencia – que se pasea libremente- por barrios y residenciales de la ciudad. Los últimos reportes indican que por los alrededores de la empresa conocida como La Famosa, son frecuentes los atracos a humildes empleados, que tras haber cobrado sus salarios, son despojados hasta del último centavo.
Se ha llegado al colmo de que muchos han quedado sin desayuno porque han sido sorprendidos por forajidos que los asaltan y escapan con las fundas. La situación se torna cada vez más peligrosa, ya que en el día de ayer una señora fue atacada por un delincuente armado con un cuchillo, y luego emprendió la huida cargando con sus documentos personales, incluyendo tarjetas de crédito y prendas de valor. Todo quedó captado en cámaras de video. Obviamente, el radio de acción de los delincuentes se extiende por las calles adyacentes a la citada empresa, tocando el sector Los Morenos y los alrededores de un colegio privado ubicado en la calle Cambronal.
Es decir, los malhechores se han convertido en un azote para los residentes del pueblo abajo, por lo que se requiere la intervención inmediata de las autoridades policiales.
Ahora que se está trabajando en la conformación de la Mesa de Seguridad Ciudadana, es importante hacer un levantamiento de los sectores que son vulnerables a los ataques de los delincuentes. La ratería común, por más insignificante que parezca, es la peor pesadilla que viven los ciudadanos, al tiempo que se convierte en un elemento de riesgo que espanta y aleja las inversiones. De ahí nuestro llamado.