Las recientes declaraciones del general Mancebo Bautista están lejos de la realidad, ya que según él: “la delincuencia se encuentra en su nivel más bajo en la provincia Peravia”.
Y es que las palabras del general contradicen lo que está pasando en nuestros barrios y en el mismo centro de la ciudad: La ola de robos, asaltos y atracos se constituyen en el pan nuestro de cada día, sin que los malhechores sean apresados por la Policía.
Hemos llegado al colmo de ver cómo se han robado más de una docena de motocicletas en el edificio de oficinas públicas, a menos de 500 metros de la fortaleza Máximo Gómez, donde tiene asiento la comandancia regional de la Policía Nacional.
Asaltan por las calles, frente a las casas, y hasta en las farmacias, como ocurrió en el día de ayer en el sector Santa Elena. De ahí los resultados de la encuesta servida por este canal, donde la mayoría de la población dice estar preocupada por los altos índices de delincuencia que se registran en esta ciudad.
Esa es la realidad general Mancebo, lo que realmente siente la población y que no se puede esconder con pronunciamientos vacíos.
La delincuencia ha tomado las calles y ataca con la misma crueldad que la pandemia. Ahora que todos salimos a las calles con mascarillas, muchos delincuentes comunes resultan difíciles de identificar, por lo que son aún más difíciles de atrapar.
De ahí el llamado a tener más cuidado a la hora de salir a las calles, por lo que debemos estar vigilantes para proteger nuestros bienes, tomando las medidas necesarias para evitar caer en las garras de malhechores que se aprovechan del menor descuido para cometer sus fechorías.
Recordamos que hace unos días un joven de la comunidad del Cañafistol fue asesinado por individuos para despojarlo del motor que conducía. Otros por suerte, hoy viven para contarlo.
Entonces, no es cuestión de percepción General Mancebo, la verdad es que seguimos de mal en peor y no vemos ninguna acción de su parte para hacerle frente a esta desgracia.