Esa debe ser la consigna, la voz que nos convoque, el clarín que nos unifique como pueblo en la noble tarea de rescatar la esencia vital de los valores que heredamos. Baní no puede perder los principios cristianos que le dieron origen y fundamento a este pueblo.
Nos resistimos a pensar que podamos sucumbir ante los embates de la delincuencia, el caos y el desorden que pretende robarnos la paz. Baní es un pueblo digno, con raíces profundas de amor por el trabajo, la familia y su cultura apegada a la tierra, con el valor inmaculado de la honestidad.
No somos una narco ciudad, no somos escondrijo de delincuentes, como tampoco aceptamos esos malintencionados pronunciamientos, sin importar del litoral de donde provengan.
De ahí que rechazamos las desafortunadas expresiones de la comunicadora Mariasela Álvarez, quien haciendo uso de un medio nacional arrojó sobre nosotros esa descarga impronunciable. Baní es el pueblo de glorias, construido al amparo de su devoción cristiana hacia la Virgen de Regla, la tierra concebida por Eugenio María de Hostos, como una familia, el lar nativo del general Máximo Gómez, libertador de Cuba y símbolo de nuestra América.
La cuna de figuras cimeras del periodismo nacional no puede ser relegada, menguada y rebajada en su trayectoria heroica.
Le hemos aportado cinco presidentes a la República, mientras contamos decenas de héroes que transitaron los umbrales de la gloria abonando con su sangre los caminos de la patria. Baní no es el Caso Paya, no es la ciudad de un puñado de delincuentes, no es el pueblo del irrespeto que se escuda en los vicios y la corrupción…
Esa es la antítesis de nuestra esencia. De ahí que se hace necesario impulsar una campaña para sanear la sociedad, sacando de raíz todo aquello que atente contra la familia, comenzando por establecer el orden en la ciudad, fomentando espacios culturales, deportivos y de recreación sana.
Hoy los vicios, con sus más variadas denominaciones son los que más abundan en nuestras comunidades, por lo que ha llegado el momento de organizar la casa, y para ello, están las autoridades.
Hoy, al conmemorar el Día de Corpus Cristi, nos colocamos bajo el sacro manto de la fe, para clamar por la unidad del pueblo banilejo, para que juntos como una sola familia, impongamos el orden en nuestra ciudad.
El mensaje debe ser claro, preciso y contundente: En Baní no hay espacio para los delincuentes.
EL ORDEN FRENTE AL DESORDEN…
Editorial de Peravia Noticias jueves 03 junio 2021