La mayoría de la población banileja está en contra de la instalación de nuevas granceras. Y no se trata de simple oposición. Es la decisión de un pueblo que está cansado de ser golpeado por empresarios que se las ingenian para ganarse el favor de los regidores, quienes en la mayoría de los casos, llegan al colmo de alegar que estas empresa aportan al desarrollo de la comunidad. Otros, sin ningún rubor, han expresado que las apoyan por la naturaleza de su profesión.
Es decir, sin importar los estragos que han causado las que ya se han instalado, muchos regidores son tentados a levantar sus manos para aprobar permisos de no objeción, sin el menor resquicio de investigación.
Mientras tanto, las comunidades afectadas por las operaciones de las referidas granceras viven el martirio de las crecidas de los arroyos Bahía y Virreina, en cuyas cuencas se han realizado zanjas que alteran el curso normal de las aguas. Y todo por la irresponsabilidad de quienes aprueban estas empresas depredadoras.
Es por esta razón que en la sesión celebrada en el día de ayer, se armó tremendo revuelo en la Sala Capitular cuando el presidente del Concejo Edilicio, Leonidas Díaz Aristy (Yiyo), sometió a la consideración de los regidores la suspensión de la referida sesión en medio del conocimiento de la resolución presentada por las regidoras Estefany Martínez y Carolina Díaz, en la que solicitan revisar todos los permisos otorgados a granceras, algunas de las cuales, fueron aprobadas hace más de una década.
En definitiva, la solicitud procura la realización de un levantamiento para identificar la cantidad de granceras ubicadas en las secciones Cañasfistol y Galeón.
Esta última pertenece al municipio de Matanzas. El proyecto plantea además la identificación, a través de las dependencias de medio ambiente, de los daños causados por dichas granceras, y en consecuencia se exige a las administraciones de las mismas, el resarcimiento de dichos daños a fin de evitar catástrofes naturales de impredecibles consecuencias.
Sobre todo, en esta temporada ciclónica. Es a partir de la actitud del presidente del ayuntamiento, señor Díaz Aristy, quién alegando compromisos de salud, pidió la suspensión de la sesión, dejando en el limbo la solicitud de resolución.
Sin ánimo de prejuzgar, causa preocupación que frente a un tema de esa dimensión, donde se busca frenar la depredación salvaje que se registra en toda la zona, sin que dejen ningún beneficio a sus moradores.
Según se comenta tras bastidores, es más que sospechosa la actitud complaciente de regidores frente al tema de las granceras. De ahí que nos da grima, pensar que Estefany y Carolina, sean las únicas regidoras comprometidas con procurar resarcir los graves daños que están causando las granceras.
Entre tanto, seguiremos observando el proceder de quienes se presume están para defender al pueblo.
NI UNA MÁS..!!
Editorial de Peravia Noticias jueves 15 julio 2021