Los últimos acontecimientos ocurridos en el país, donde individuos armados han protagonizado actos sangrientos, donde sólo durante el pasado fin de semana contamos más de doce personas asesinadas, y otras que resultaron heridas en circunstancias distintas, pero todas las víctimas fueron alcanzadas por las balas disparadas por sujetos sin criterios de razonamiento.
Lo acontecido en la apacible y acogedora ciudad de Higüey parece haber sido sacado de una escena de una película de terror. ¿Cómo se concibe que alguien salga disparando a todo aquel que encuentre a su paso? Así lo hizo el nombrado Anyelo Banca, quien asesinó a mansalvas a unas siete personas de una forma cruel y salvaje. Por igual, en otras localidades se originaron balaceras que causaron varias muertes. Baní es una de ellas.
Lamentamos la pérdida del señor Wilson Augusto Carrasco Báez, Niño Chiguá, quien recibió un disparo mortal mientras se encontraba en un centro de diversión. En definitiva, lo que queremos significar es que existen miles de individuos que no reúnen las más mínimas condiciones para portar un arma de fuego.
De ahí la importancia del Plan de Desarme de la población civil, el cual ha sido acogido por todos los sectores de la sociedad.
Esperamos que el Ministerio de Interior y Policía, ponga en marcha el referido programa en todas las provincias, ya que en Baní como en todo el país, estamos viviendo tragedias espeluznantes, donde los protagonistas son individuos que en un instante pierden la cordura.
Es necesario el plan, hay que tomar el control de los barrios y sectores de la población.
Como punto novedoso se informa que el ministerio de Interior y Policía cuenta con la asesoría y acompañamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Guardia Civil Española y la Agencia Nacional de Materiales Controlados de Argentina, quienes en conjunto están colaborando en toda su planificación. Sin embargo, lo más importante es que habrá una auditoría de la misma OEA en el proceso de destrucción de las armas para garantizar que las mismas no vuelvan a las calles.
Esto contribuirá no sólo con el éxito del plan, sino al proceso de transparencia establecidos por los protocolos internacionales para tales fines.
Es nuestra intención revestirnos de optimismo, asumiendo con esperanza que este plan de desarme logrará su cometido.
Obviamente, además de recoger las armas ilegales, el plan conlleva una serie de acciones integrales por parte del gobierno a través de sus programas sociales, con miras a prevenir hechos delictivos, brindando asistencia a los sectores vulnerables y una campaña de sensibilización a través de los medios de comunicación para crear conciencia en la población sobre la necesidad de sacar las armas ilegales de las calles de la República Dominicana.
Claro está, se deben tomar en cuenta los requisitos fundamentales para otorgar permisos a los ciudadanos, porque todos no están aptos para portar armas de fuego.
Los últimos acontecimientos nos dan la razón. Es urgente el desarme, pero también que sean evaluados y ponderados ciertos permisos otorgados a individuos que ostentan sus armas en cualquier lugar, sin importar los daños que puedan causar.
Finalmente, abogamos porque existan estrictos controles para el porte y tenencia de armas de fuego, porque no se trata de un juego:,”hay que preservar la vida brindando seguridad a la familia para no contar más tragedias en nuestra amada tierra”
EL PLAN QUE TODOS ESPERAMOS…
Editorial de Peravia Noticias martes 27 julio 2021