Después de las declaraciones del director general de la Policía Nacional, Mayor General Eduardo Alberto Then, donde se muestra contrario a los retenes montados en lugares estratégicos para requisar vehículos y conductores, alegadamente para frenar la delincuencia, creíamos haber asistido al final del odioso y molestoso proceso de revisión donde los más afectados son los hombres y mujeres de trabajo. Esa también fue la expresión del General Then: “Los delincuentes no cruzan por un retén, lo evaden y toman otras rutas para seguir cometiendo fechorías”.
La verdad es que nunca hemos visto los buenos resultados de esos operativos, ya que los mismos sólo han servido para importunar a quienes salen de trabajar o cumplen una función social que les lleva a desplazarse irremediablemente por el lugar, cosa que no ocurre con los delincuentes. La realidad simple es que muchos ciudadanos entienden que los retenes son espacios habilitados para el “chantaje y búsqueda” de un puñado de agentes policiales que sin pudor ni vergüenza se la buscan por las calles.
Por eso, al saber que el General Then está en contra del retén como mancha pertubadora del pasado que debe ser superado, todos aplaudimos, entendiendo que la institución policial debe ser reorientada por caminos distintos, en procura de elevar su imagen ante la sociedad. Sin embargo, las buenas intenciones del General chocan con el apoyo que ofrecen los militares a través del programa Ciudad Tranquila Ciutran, que fue creado para fortalecer las acciones por la seguridad ciudadana.
Ahora nos encontramos que los operativos a la entrada y salida de las ciudades están siendo desarrollados por los miembros de Ciutran. Los vemos en el trayecto hacia Villa Sombrero y en otros sectores de la ciudad. Entonces, cabe preguntar: ¿y no que esos retenes serían descontinuados? ¿Será que no existe coordinación entre policías y militares? Esas interrogantes deben ser aclaradas.
Entre tanto, el pueblo espera la reforma policial que permita contar con una institución profesional, dotada de las herramientas necesarias para garantizar seguridad respetando los derechos humanos. Mientras seguimos esperando, queremos ver la coordinación real entre el General Eduardo Alberto Then y el Teniente General Carlos Luciano Díaz Morfa, para que tengamos una ciudad tranquila controlando la delincuencia en las fiestas navideñas.