Una de las debilidades que se le atribuye al Estado es el manejo centralizado de los recursos, que junto a la falta de equidad en la ejecución presupuestaria, conlleva un desequilibrio en el ámbito del desarrollo. Así conocemos provincias profundamente olvidadas, sin inversión pública, mientras otras se ufanan de recibir sumas millonarias.
Esa fue por muchos años la realidad que vivimos en la provincia Peravia, sin voceros comprometidos a defender la cuota que por el pago de nuestros impuestos debían reclamar las autoridades llamadas a representarnos.
Sin embargo, todo parece indicar que la época de sequía ha llegado a su final, a juzgar por los vientos que comienzan a soplar, en el terreno municipal. Y es que los anuncios hechos por el presidente de la República en la celebración del Consejo de Ministros, comienza a dar frutos.
Ya el ayuntamiento dio inicio a la construcción de la entrada monumental de la ciudad, donde se contempla una inversión estatal de unos 19 millones de pesos.
Y ahora vemos con beneplácito la integración de una flotilla de cinco camiones compactadores para hacer frente a la problemática de la basura. Es decir, se está rompiendo el hechizo que mantenía distanciado y olvidado nuestro municipio de las inversiones del Estado.
A todo esto, se agrega la construcción de la avenida de circunvalación y se está a la espera de la intervención en el litoral costero de Los Almendros, donde el próximo año se estará iniciando la construcción del mirador o malecón del municipio. Sin dudas, los buenos indicios apuntan al reconocimiento del gobierno central de que es importante desarrollar las provincias para motorizar el despegue económico de la nación.
Obviamente, el ayuntamiento con sus autoridades y el consejo económico y social han propiciado las gestiones ante el gobierno, pero es digno reconocer que el presidente Luís Abinader a puesto sus oídos para escuchar a un pueblo cargado de grandes necesidades. Es oportuno destacar el rol del consejo de desarrollo provincial con sus gestiones de obras, pero en definitiva, cuando existe voluntad política todo marcha como Dios manda, y por lo que estamos viendo, los augurios para el próximo año indican que estamos avanzando.