Es simple, no se trata de una gran inversión, es aportar una solución a un problema que se ve venir y estamos a tiempo de corregir. No estamos pidiendo un favor imposible. Entendemos que la circunvalación de Baní debe ser rediseñada a partir de las necesidades puntuales de las comunidades ubicadas en su trayectoria. Ojalá que ya se haya tomado en cuenta y que por falta de información estemos levantando este clamor, ya que no se concibe vivir al lado de una vía que no haya sido concebida para facilitar el acceso a esas comunidades. En otras palabras, la avenida de circunvalación debe contar con las entradas habilitadas para no tener que pasar por el centro de nuestra ciudad. De no ser así seguirá el malestar de quienes no cuenten con acceso para aprovechar una obra que fue diseñada para, supuestamente descongestionar el tránsito con dirección a las demás provincias del sur de la República. Si esa fue la motivación, entonces es entendible que en los distritos municipales se construyan las entradas y salidas que garanticen el tránsito.
Estamos en el mejor momento porque contamos con un gobierno que muestra disposición a atender las necesidades de los ciudadanos. Escuchamos con entusiasmo las declaraciones del ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención Burgos, quien detalló que intervendrán la rotonda de la avenida 27 de Febrero esquina Luperón, donde está ubicada la Plaza de la Bandera. Según sus palabras se hará un soterrado para dejar en el pasado los tapones que se registran a la hora de salir de la ciudad capital. Desde ya hay motivos para soñar que está llegando la hora del sur, que hay una luz al final del túnel y podemos abrir el corazón a la esperanza de contar con soluciones efectivas para una región que poco o nada ha merecido del Estado dominicano.
Mientras tanto, en Baní estamos esperando que en Villa Sombrero, Matanzas, Sabana Buey y Villa Fundación, puedan aprovechar la avenida de circunvalación.