Peravia, R.D.
La cañada del barrio 30 de mayo al llover se llena de sedimento y materiales que muchas veces desvían su cauce.
La señora Susana Cuello muestra su preocupación por la situación en la que queda esta cañada en su crecida la que arrastra arenas y otros materiales, que impiden su curso normal.
La dama aboga por que se desarrolle cualquier operativo de limpieza que tienda a que el agua fluya mejor sin que peligre la tranquilidad de los que viven por sus alrededores.