Cuando el sol escondía sus rayos en el horizonte, rasgando el velo de la noche, se oyó en medio de la bruma del silencio, el llanto de un pueblo desgarrado por el dolor ante la partida física de uno de sus hijos predilectos.
El pasado viernes, entonando la balada de la despedida, se nos fue Wiso, el amigo desprendido, el ser humano solidario, la estampa viva de la alegría que desbordaba en cada uno de los espacios donde decía presente, siempre atento a compartir con la gente.
Se nos fue, sin el equipaje, cargando en su corazón las perlas relucientes de la gratitud de quienes apreciamos su espíritu de colaboración. Y es que Wiso Márquez, más allá de su rol en los medios de comunicación, se entregó a la Cruz Roja, siendo abanderado de la atención sin límites, pasando a ocupar sítiales de relevancia en otras entidades sociales, hasta convertirse en el organizador por excelencia de los teleradio maratones destinados a recaudar fondos para múltiples obras de bien social. Sin embargo, la más grande de todas sus obras, la que todos vamos a extrañar, es la plenitud de su sonrisa servida en el cofre de la amistad.
Hoy que transitas el camino hacia la eternidad, nos dejas como legado tu amor por la tierra, por nuestra gente y por las tradiciones culturales.
Y es que Wiso se confundía con el pueblo en sus actividades, sin importar la naturaleza de los escenarios, saltando barreras sociales, penetrando a los barrios, residenciales y sectores marginados con la misma expresión y el mismo corazón.
Wiso, el locutor, el comunicador, el carismático servidor municipal, el idealista propulsor de grandes sueños, el dueño de las noches y organizador sin par, te vamos a recordar en el parque central, en las ferias, en los eventos y en todos los acontecimientos de nuestro amado pueblo. Wiso, manito, gordo querido, el Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz, tus hermanos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y Adompretur Peravia, siempre te recordaremos con gratitud.
Que brille para tí la luz eterna..!