De repente, en medio de una intensa calma, comienzan a soplar con intensidad los vientos huracanados de los tiempos pasados, donde el ejercicio de la prensa estaba maniatado por el Estado.
Eran momentos oscuros, donde imperaba la mordaza, con el barniz repudiable de la autocensura.
Así vivimos los nefastos días de las dictaduras, donde el periodismo se enmarcaba a rendir loas a los caudillos de la época.
Ese justamente es el peligro que nos asecha a raíz del proyecto de ley sometido al Congreso por la senadora Melanea Salvador. Y todo, pese a que la Constitución y las leyes de la República han establecido con claridad meridiana las sanciones penales que conlleva traspasar las fronteras del respeto a la honra, la intimidad y la privacidad de los ciudadanos.
Sin embargo, tal y como ocurre en América Latina, la ley de marras atenta contra la libertad de expresión, colocando artificios Jurídicos para tipificar como delitos de palabra, las informaciones vertidas por los medios de comunicación que llamen la atención sobre determinadas acciones que pudieran conducir a investigar el proceder de ciudadanos que ocupen posiciones en el Estado.
Según la motivación de la proponente, lo que se busca es frenar las noticias falsas, pero en el fondo percibimos la intención de neutralizar a los medios de comunicación, autorizando sanciones penales y administrativas para intimidar a quienes ejercen el sano oficio de comunicar. Por esa razón, Peravia Noticias y toda la prensa de la provincia Peravia, se une a las voces que están reclamando sacar de la agenda la “ley mordaza”.
En ese orden, exigimos del senador Milcíades Franjul una explicación sobre el por qué votó a favor de una ley anti democrática, contraria a los sagrados principios que sustentan la libertad de expresión, y que por demás, abre las puertas a la corrupción. Ya el Senado dio el voto de aprobación, pero -por fortuna- ahora va a la Cámara de Diputados, donde contamos con legisladores que se han declarado contrarios a la ley mordaza.
Así lo hizo saber el diputado Julito Furcal, tras asegurar que no pasará en la cámara baja. Esto, definitivamente nos da un aliento, porque en estos momentos debemos asegurar lo que hemos ganado como nación. Y la libertad de expresión es una conquista del pueblo dominicano a través de las luchas políticas y sociales por el afianzamiento de la democracia.
Que quede claro, la prensa no puede trabajar sujeta a las restricciones malintencionadas de individuos que pretenden blindarse con propósitos inconfesables. De ahí que seguiremos atentos a nuestros legisladores, porque la ley mordaza no puede ni debe formar parte de la agenda del Congreso. Por eso, estaremos atentos.