En los países organizados las estadísticas se consideran como herramientas necesarias a la hora de articular políticas de desarrollo. Ningún proyecto, programa o acción dirigida a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, es concebido sin tomar en cuenta los datos estadísticos.
Estos son del conocimiento público, y pueden ser manejados por gestores de proyectos y profesionales de todas las áreas. Sin embargo, en la República Dominicana, las estadísticas son manejadas como “secreto de Estado” y, en la mayoría de los casos, son manipuladas para ocultar datos. Eso viene ocurriendo desde hace años. Vivimos en el país del engaño, donde los periodistas, los medios de comunicación y la gente del pueblo, a veces para recibir una simple respuesta tienen que recurrir a la Ley de Libre Acceso a la Información.
Bajo esa situación, tenemos que reaccionar cuando observamos las contradicciones en los datos arrojados por la Oficina Nacional de Estadísticas, con relación al anuario de muertes violentas y accidentales, correspondientes al año 2021.
Cifras sorprendentes, porque los resultados contradicen a los que han sido presentados por el Ministerio de Interior y Policía, con relación a los homicidios, así como también, muestran una contradicción abismal con los del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), sobre muertes por accidentes de tránsito, donde resalta que en los últimos dos años la población dominicana ha perdido más vidas por accidentes de tránsito que por la pandemia del COVID-19. Algo alarmante.
De ahí la importancia de conocer las estadísticas con el objetivo de saber cómo estamos y hacia dónde vamos. Es deplorable que los esfuerzos de muchas autoridades sean encaminados a ocultar datos en áreas donde tienen la encomienda de preservar la vida de los ciudadanos. De ahí que sean pocos confiables los datos suministrados por organismos oficiales, cuyos incumbentes se prestan a maquillarlos para anunciar supuestos logros.
Es evidente que la Oficina Nacional de Estadísticas tiene un alto nivel de compromiso con la sociedad y presenta datos confiables, pero es importante que las entidades estatales, de manera focalizada, asuman presentar informes serios, creíbles y reales, para que podamos encauzar la nación por mejores caminos.
Y finalmente, tenemos que lamentar que en el renglón de muertes por accidentes de tránsito, la región Valdesia ocupa el tercer lugar, con un 13.2 por ciento. De ahí que estamos en espera de la implementación del plan de seguridad vial que presentará el Intrant.