Con las lluvias que vienen cayendo en todo el territorio nacional es importante recordar la necesidad de invertir en la construcción de un moderno sistema pluvial para encauzar las aguas que inundan la mayoría de las ciudades. Por igual es una prioridad enfrentar la insalubridad, contaminación y deficiencias del sistema sanitario en sectores residenciales cuyos habitantes son expuestos a enfermedades por el flujo de heces fecales, que junto a los desechos sólidos que son amontonados, no sólo dañan la imagen de esas comunidades, sino que además afectan la convivencia social. Baní no escapa a esa realidad. Sin embargo, en los últimos años hemos visto a los funcionarios del INAPA buscando solucionar las dificultades que se presentan con el obsoleto sistema cloacal que está a punto de colapsar en barrios y sectores de la ciudad. Claro está, la solución debe llegar con la participación del Estado, erogando los recursos necesarios para poner fin a ese calvario. Lo mismo podemos decir del sistema pluvial, porque los acumulados de lluvias hacen que se inunden miles de viviendas y la solución conlleva la inversión de cientos de millones de pesos, por lo que sería injusto pedir a los ayuntamientos que asuman una tarea que debe atender el Estado.
En otro orden, ahora que está lloviendo debemos tener presente que convivimos con el dengue, una enfermedad que hasta el 31 de mayo de este año había afectado a casi ocho mil personas, mientras que ahora se torna más peligroso por el inicio de la temporada ciclónica, que impulsada por el calor y las lluvias, favorecen la propagación de mosquitos. De ahí la necesidad urgente de tomar medidas preventivas para evitar la expansión del virus. Ya el Ministerio de Salud Pública se adelantó lanzando en el med de marzo el Plan Nacional para la Prevención y Control del Dengue, basado en la Estrategia de Gestión Integrada, buscando obtener un impacto positivo en el control de la propagación de la enfermedad. Obviamente, el compromiso político ha sido fundamental para preparar al país para enfrentar la grave amenaza que representa el dengue. Esto se ha reflejado en la coordinación intersectorial entre los ministerios de Salud Públicas, Educación, Alcadias, academias, sociedades médicas especializadas y representantes de la Sociedad Civil.
Por lo que podemos observar, la Organización Mundial de la Salud, viene colaborando con una campaña de comunicación y participación comunitaria para sensibilizar a la población sobre la importancia de su integración activa y permanente en la prevención del dengue.