𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃.
𝐏𝐞𝐬𝐞 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚𝐥𝐞𝐬, 𝐥𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐬𝐜𝐫𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐢́𝐨 𝐍𝐢𝐳𝐚𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮́𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐚𝐫𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞, 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐭𝐫𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐡𝐚 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐦𝐩𝐥𝐢𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐳𝐨𝐧𝐚.
Durante un recorrido reciente por diferentes tramos del río Nizao, se constató la operación continua de maquinaria pesada y la formación de charcos superficiales producto de la extracción, los cuales son ahora utilizados por la población como espacios de recreación, sin conciencia del impacto ecológico que esta práctica conlleva.
Llama la atención que un alto porcentaje de la población de las comunidades cercanas al río está directamente involucrado en estas actividades, mientras que otros, aunque conscientes del daño, optan por guardar silencio ante el temor a represalias.
Esta situación refleja una preocupante normalización del deterioro ambiental y una falta de intervención sostenida por parte de las autoridades.
Las acciones ilegales violan lo establecido en la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, además de poner en riesgo la seguridad del cauce, la biodiversidad local y el acceso al agua para las futuras generaciones, aunque a pocos, parece importarles.
Estas extracciones tienen décadas realizándose, donde algunos solo piensan en el bienestar económico individual.
Algo que se suma a la recaudación, es que debido a las excavaciones, en diferentes tramos del rio ya ha habido personas que han perecidos ahogadas, no obstante, ciudadanos, como con mordazas colocadas, continúan aceptando lo que ocurre y asistiendo a estos balnearios.
Hechos lamentables y que no se visualizan con un fin cercano.