El pueblo banilejo, como parte de la sociedad dominicana, sufre en carne viva los efectos nocivos de la delincuencia y la criminalidad. Ambos flagelos sociales van de la mano, y se conjugan para alterar la convivencia social. De ahí que consideramos oportuno el comunicado emitido por la cámara de comercio ante los crecientes hechos delictivos que se registran en esta provincia.
Un llamado a la conciencia de las autoridades locales para que asuman conformar la Mesa de Seguridad Ciudadana, un mecanismo institucional que permitirá coordinar y monitorear las medidas planteadas para desmontar los de manera gradual los hechos delictivos que están cobrando vidas útiles de ciudadanos que por desgracia han caído en las garras de la delincuencia.
El comunicado ha sido avalado por entidades de solvencia moral y prestigio social, incluyendo la Iglesia católica, en la persona del obispo de la Diócesis de Baní, Monseñor Víctor Masalles, por la confraternidad de pastores evangélicos, presidida por el pastor Andrés De los Santos y más de una veintena de organizaciones comunitarias, gremios profesionales, sindicatos, entidades deportivas y federaciones que entienden la magnitud del problema.
Lo que se está viviendo es preocupante y merece la atención de las autoridades. No podemos seguir de espaldas a una realidad que nadie puede ocultar. Los robos, asaltos, atracos y asesinatos que ocurren en esta provincia nos convocan a trabajar en unidad, sin buscar culpables, pensando sólo en recobrar la paz y tranquilidad en nuestro pueblo.
La cámara de comercio ha puesto el dedo sobre la llaga. Hay que crear la Mesa de Seguridad Ciudadana, hay que mantener a raya la delincuencia y bajar los signos de violencia y criminalidad que se presentan. El Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz, al tiempo de apoyar en todas sus partes este comunicado, se une al llamado de las autoridades eclesiásticas, para emprender una jornada de oración por la paz y tranquilidad que merecemos.
Sabemos que los factores causales de la delincuencia se originan en la familia, y hacia ella debemos mirar para buscar alternativas que permitan sanear la sociedad. El comunicado es claro: el pueblo está unido, dispuesto a colaborar con las autoridades para que haya seguridad. Ahora depende de las autoridades si desean aunar voluntades para crear la Mesa de Seguridad Ciudadana, un espacio que está en los planes del ministro de Interior y Policía, un programa que no es un invento, que existe en otras provincias donde las autoridades caminan junto al pueblo.