Cada sector, barrio o comunidad cuenta con calles, tramos carreteros y caminos que requieren ser reparados. Los reclamos de los dirigentes comunitarios se han estado escuchando durante años, en tiempos de campañas electorales, y después que pasan fenómenos naturales. Son demandas recurrentes, que llegan a los medios de comunicación y merecen la atención de las autoridades.
Llegar a esos espacios es tocar las puertas del abandono, ya que llevan años a la espera de que el Estado dominicano invierta en un plan de asfaltado. Ya en una ocasión el ministro de obras públicas, ingeniero Gonzalo Castillo, prometió asfaltar las calles y carreteras de la provincia Peravia, pero a casi dos años de esa promesa estamos a la espera de que se haga presente.
Reconocemos las gestiones que hacen las autoridades para que Baní y toda la provincia cuente con sus calles y carreteras reparadas; sin embargo, ahora es más latente el problema, acentuado por los aguaceros ocurridos en los últimos días, donde además se agrega la falta de puentes en el arroyo de Güera, en el paso de Los Hierros, en el río Baní, y en tramos que dan acceso a la zona cafetalera.
Y no podemos obviar, que el Ministerio de obras públicas debe tomar en cuenta los reclamos de que se construya en Paya un puente peatonal, ya que hemos contado muertes que pudieron ser evitadas por las autoridades. Sabemos que para construir un puente peatonal se requiere la colaboración de las dependencias del Estado, que no es responsabilidad de la Junta del distrito municipal, porque debe ser autorizada y dirigida por el Ministerio de obras públicas, pero debemos actuar antes de que ocurran más muertes.
Entre tanto, abogamos por soluciones a los problemas planteados. Sabemos que son 50 kilómetros de asfalto lo que nos faltan para cubrir las necesidades de las comunidades. Y si agregamos los puentes que hemos señalados, estamos hablando de centavos, con relación a los gastos en los que incurre el Estado.