La desesperación conlleva a aceptar cualquier opción que represente solución a un problema determinado, más cuando se trata de resolver lo que llevamos años esperando, son pocos los ciudadanos que se detienen a evaluar la diversidad de propuestas que se presentan, ya que en última instancia, los que tienen el poder para decidir son los funcionarios al servicio del Estado, los que se presume están para garantizar la calidad de las obras que entran en proceso de licitación.
En ese sentido, entre las obras prioritarias que demanda la población se encuentra la avenida de circunvalación, la que ha sido prometida por los candidatos de todos los partidos políticos que se han presentado ante el electorado en los últimos treinta años. Es decir, aunque la obra en cuestión favorece a toda la región, ha sido relegada, olvidada y tomada para promesas de campañas. Obviamente, ante las cuantiosas inversiones que se realizan en el sector turístico, la construcción de la avenida de circunvalación se convierte en una necesidad para el desarrollo de proyectos que habrán de generar empleos y riquezas.
Sin embargo, llama la atención la denuncia hecha por el dirigente político, Guido Gómez Mazara, donde se pregunta ¿cómo la compañía constructora ECOCISA ganó la licitación de la avenida de circunvalación de Baní si obtuvo la calificación técnica más baja, de apenas unos 77 puntos, y no presentó análisis sísmico y tampoco incluyó drenaje en sus planos? ¿Será que los dueños de ECOCISA son más dichosos que los demás que licitaron?
Sabemos que el pueblo está desesperado porque se descongestione el tránsito en la ciudad, que todos deseamos el inicio de los trabajos, y que ante esa desesperación, poco importa por dónde y cómo se haga, pero es lamentable que con tantos escándalos de corrupción que vive el Estado se agregue uno más para reafirmar que en materia de transparencia poco hemos avanzado.
Continúa dolor de cabeza ante insalubridad canal Juan Caballero
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐔𝐧 𝐬𝐞𝐧̃𝐨𝐫 𝐫𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐄𝐥 𝐅𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐢𝐜𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐬𝐚𝐥𝐮𝐛𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐲𝐞 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐧𝐚𝐥 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐬𝐨𝐬𝐭𝐞𝐧𝐢𝐛𝐥𝐞.