Un reductor de velocidad que ha sido construido por la calle Gastón Fernando Deligne, próximo al mercado público, mantiene a transeúntes alarmados por los accidentes y molestias que el mismo está provocando.
En la mañana de hoy hubo llamadas tanto al programa Visión Matinal como a la redacción de Peravia Noticias en la que contaron desagradables historias del policía acostado.
Por causa de este reductor de velocidad, levantado sin observar ninguna regla, muchos motoristas se han ido al pavimento resultando con lesiones.
Algunas de las personas opuestas a este reductor de velocidad, criticaron el hecho de que se haya permitido el mismo, sin haber en el lugar, escuela pública, centro religioso u otra razón que lo justifique.