Al finalizar el 2017, declarado por el presidente Danilo Medina, como año del desarrollo agroforestal, pasamos el balance de rigor al sector medioambiental en esta provincia, donde se cuentan entre las cosas negativas la aprobación de permisos para la explotación de nuestros recursos naturales; sin embargo, debemos resaltar las intensas jornadas de reforestación llevadas a cabo para contrarrestar los daños causados por las depredaciones denunciadas.
En esa dinámica de trabajo trasciende la labor permanente de entidades como la Fundación Monte Bonito, el Movimiento Cafetalero y Acción Comunitaria MOVICAC y el Consejo Provincial Peravia de la Junta Agro empresarial Dominicana, quienes se han enfocado en sembrar árboles en llanuras y montañas.
En áreas vitales para el desenvolvimiento social el balance ha sido igual, destacando la inseguridad ciudadana, el congestionamiento del tránsito en la ciudad, la falta de agua potable en sectores de la zona norte y los constantes apagones que atacaron a la población, forman parte del rosario de calamidades que esperan por solución.
Mientras tanto, en el aspecto urbano continúan las fugas de agua afectando la ciudad, provocando derrames que se convierten en focos de contaminación, conjuntamente con el colapso del sistema cloacal y la falta de alcantarillado pluvial. Los elementos más relevantes del año fueron la instalación del nuevo obispo Víctor Masalles al frente de la diócesis de Baní y la conformación del Consejo de Desarrollo Provincial y el evidente despertar de las organizaciones comunitarias que propugnan por mejores condiciones de vida para la población.
Las expectativas apuntan hacia la terminación del proyecto de generación de energético Punta Catalina con la apertura del puerto que permitirá colocarnos como punto de referencia para el trasiego de mercancías, vía marítima. También se está a la espera del despegue del proyecto turístico puntarena, el cual facilitará la creación de cientos de empleos en la zona. Como podemos apreciar, el nuevo año nos abre un abanico de posibilidades, entre esta la apertura de un nuevo centro comercial de grandes dimensiones a la entrada de la ciudad.
Que en esta despedida del año actuemos con moderación, respetando el derecho de los demás, evitando los excesos, pensando en la familia como base fundamental de la sociedad y fomentando los valores que conllevan a la sana convivencia, evitando la violencia y toda acción que altere la paz social… Para que en el 2018 nos reencontremos llenos de fe y esperanza dispuestos a seguir trabajando por el desarrollo de nuestras familias y de la sociedad.