A pesar de ser el primer distrito elevado a esa categoría del municipio de Nizao, y de contar en su territorio con la planta de generación de energía, Pizarrete no presenta los avances que sus lugareños exigen.
Mediante la ley número 147-97 quedó elevado la sección de Pizarrete a distrito municipal el 2 de Julio 1997.
A casi 20 años de su elevación, la mayoría sus ciudadanos se muestran inconformes con el estado en que se encuentra su territorio.
El Distrito Municipal de Pizarrete está integrado por los Parajes de Pizarrete, Los Roche, Los Nina y Sabana Abajo.
Y es precisamente en Sabana Abajo, que sus lugareños levantan la voz del cansancio a la espera, de poder contar con calles, aceras y contenes, parques, iluminación de sus caminos y más fuentes de trabajo.
A los habitantes de Sabana Abajo, así como los de las demás secciones, en varios gobiernos se les ha prometido la construcción de sus calles, entre otras necesidades prioritarias para la salud ambiental de territorio.
Sin embargo y como nos explican sus moradores, ya no aguantan más promesas, han dejado de creer en sus autoridades locales y provinciales.
Desesperados, así se expresaron, todos los que en un recorrido de varias horas mostraban los caminos deteriorados, la ausencia de alumbrado público, las dificultades que pasan los estudiantes cuando llueve para llegar hasta los centros de estudios.
Dicen que ni el campo santo se salva del abandono del gobierno local, pues el deterioro y dejadez del cementerio local es tan evidente, en el que cohabitan las vacas que son las que se alimentan de la maleza que crece en el lugar.
Al referirse a las autoridades municipales de Pizarrete, afirmaron que es una casa sin familia, sin dolientes de sus conciudadanos, ya que según sus palabras, ni el director de la junta y menos los vocales se preocupan por buscar una solución.
Pusieron como ejemplo que por la calle principal de Sabana Abajo, es que pasan día y noche los camiones cargados de materiales extraídos del río Nizao, y que los afectados con el ruido y el polvo no son escuchados por el ejecutivo municipal.
Igualmente ocurre con la sección de Gualey, donde sus calles, las que fueron prometidas y hasta iniciados los trabajos en la campaña pasada del presente gobierno, se han quedado como dice el viejo refrán ‘como perico en estaca’ mirando pasar las palabras que el viento en el tiempo se han llevado lejos.
Reportaje de la periodista Linette Del Rosario