Por: Manuel G. Mejía
Las granceras instaladas en las comunidades galeón y el Cañafistol, solo han dejado a esas poblaciones daños a su medio ambiente con la destrucción de su vegetación, acuíferos y a zonas que eran llanas y hoy las han convertido en furnias.
Peravia noticias realizó en la mañana de este miércoles un recorrido por la sección galeón, para observar en ella grandes zanjas y movimiento de agregados de las granceras que se han apoderado de ese territorio sin proporcionarle ningún beneficio a sus habitantes.
Son empresas propiedad de grandes ricos de otras zonas del país, que no dejan caer en los pobres de galeón ni una “boronita” de sus amplias ganancias.
Así de repente los periodistas de este medio hicieron contactos a la azar con algunos de sus residentes y tras pedirle sus comentarios en torno a estas empresas areneras, todos coincidieron en señalar, que nunca han recibido ayudas y beneficio alguno de las mismas.
Doña Felicia Díaz, oriunda del lugar y que reside próximo a un arroyo de la comunidad, con relación a que si los moradores han recibido aportes de las granceras, responde con un no rotundo.
Alfredo Herrera, persona que procura el bienestar de su gente, al arremeter contra las granceras, afirma que estas se llevan lo que es de Galeón y que para colmo no contribuyen con la solución de ningún problema de la sección.
Finalmente llegamos a una casa que para sorpresa nuestra, es donde vive la dirigente comunitaria, doña Zión Encarnación Villar.
Para esta luchadora lo peor que le ha caído a esa comunidad han sido las granceras, las que a pesar de destruir su naturaleza y dejar grandes, hoyos, no colaboran con la solución de ninguna de las necesidades de galeón.