Lo que estamos viendo no deja dudas. El país está siendo azotado por una nueva ola de contagios por COVID-19, la pandemia que para muchos ha sido superada y se pasean como si nada, de espaldas a lo que está ocurriendo. Hay un repunte cada vez creciente, y Baní está entre las ciudades con mayor número de infectados. Sin embargo, pareciera que hasta hoy nadie se ha dado por enterado.
La realidad es que ese mismo fenómeno se está presentando en naciones africanas y en Estados Unidos, donde las expectativas son cada vez peores, en la medida en que se aproxima otoño e invierno, donde podrían llegar a las cifras de 100 millones de contagios. Según los expertos, la causa del rebrote es la aparición de dos nuevas variantes más infecciosas que la de Omicron, que ha estado predominando en nuestro país junto a la Delta.
No hay mayor prueba para afirmar que estamos en la sexta ola, que la observación directa del creciente número de casos diarios de contagios que está afectando a niños y jóvenes. Es por esa razón que varios centros educativos han tenido que enviar los alumnos a sus respectivos hogares. Hay muchos ejemplos de escuelas que se han visto obligadas a tomar medidas para evitar la expansión del virus, por lo que la Asociación Dominicana de Profesores ha instruido sobre retornar a las clases a distancia.
En sólo cinco días la positividad ha subido hasta un 18.40% y oficialmente se ha informado que los casos de contagios suman 3,600 con dos muertes. Esa es la evidencia que nos mueve a pensar que debemos optar por regresar a las medidas preventivas, como el uso de mascarillas, la higiene y el distanciamiento, porque no se trata de cuentos ni inventos. El COVID ha regresado o nunca se había alejado. De ahí que estamos avisados.