Desde la realidad social en la que se desenvuelven los ciudadanos, cargando con sus necesidades y limitaciones, es más que entendible que cada obra sea demandada como prioritaria en cada una de las comunidades. Desde la construcción de aceras y contenes, alcantarillado pluvial, puentes y carreteras, hasta las grandes obras que requieren cientos de millones de pesos para ser construidas, se constituyen en elementos que se suman al rosario de propuestas que gravitan en el escenario de la política. Sin embargo, cuando se trata de los excluidos, relegados y olvidados, como el caso específico de los enfermos mentales, no cuenta entre las prioridades la construcción de un hospital psiquiátrico que permita reinsertarlos a la sociedad. Contemplar a los enfermos mentales deambulando por las calles, sufriendo calamidades, ignorados por el Estado y por quienes pasan a su lado, hace que se eternice la falta de atención de servicios de salud. Sin embargo, otros que también cargan la pesada cruz del abandono, son los reclusos de la cárcel local. Es deprimente observar las condiciones del lugar, concebido para 150 internos y hoy tiene más de ochocientos. Algo inconcebible en una sociedad que invoca la modernidad impulsando el nuevo modelo penitenciario. Es bajo estas circunstancias que resulta inexplicable que en la cárcel de aquí, ubicada a la entrada de la ciudad, encontremos los más altos índices de hacinamiento, insalubridad y abandono. Es por esa razón que llamamos la atención a las autoridades para que asuman construir un nuevo recinto penitenciario en un lugar adecuado, donde los internos sean tratados con dignidad, y puedan ser orientados y capacitados en áreas técnicas para que al cumplir sus condenas puedan reinsertarse de manera plena a la sociedad. Claro está, en lo que corresponde a nosotros, como medio de comunicación, cumplimos con la misión de hablar por aquellos que están distantes de las autoridades, y por ende, de quienes dirigen el Estado. Ojalá que, tanto los enfermos mentales, como los reclusos de la cárcel local sean considerados como seres humanos, y se les garanticen sus derechos fundamentales.
Conmemoración del natalicio de Salomé Ureña: símbolo de la educación y la mujer dominicana
𝐏𝐞𝐫𝐚𝐯𝐢𝐚, 𝐑.𝐃. 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝟐𝟏 𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐭𝐚𝐥𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐥𝐨𝐦𝐞́ 𝐔𝐫𝐞𝐧̃𝐚 𝐝𝐞 𝐇𝐞𝐧𝐫𝐢́𝐪𝐮𝐞𝐳, 𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐠𝐮𝐫𝐚𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐞𝐦𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐭𝐞𝐫𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚, 𝐥𝐚