En un pueblo donde la mayoría de los ciudadanos se resiste a dejar en el pasado los vestigios del patriarcado, acentuado en el machismo que otorga al hombre la supremacía, relegando a la mujer a un segundo plano, es preciso reconocer a las mujeres que se constituyen en paradigmas de superación, entrega y dedicación al trabajo. Muchas han sido las que han jugado roles estelares en el campo de la política, la ciencia y la literatura. Sin embargo, a pesar de las muestras fehacientes de valor y responsabilidad, para muchos, los cuarteles, recintos y direcciones militares y policiales deben ser comandados por hombres, sin dejar el menor resquicio de oportunidad para las mujeres. Por fortuna, la sociedad banileja viene presentando cambios significativos que deben ser valorados. Han sido muchas las mujeres designadas en puestos de gerencia que hoy destacan por los resultados alcanzados. Para citar un ejemplo, justo es reconocer el desempeño de la Coronel, licenciada Juana Almonte Martínez, al frente de la Dirección Regional Sur Central de la Policía Nacional, quien fue nombrada el pasado 23 de enero de este año, asumiendo de inmediato la línea de trabajo bajo los lineamientos de la Constitución de la República y la Ley Orgánica de la Policía Nacional.
Contra todos los pronósticos, Juana Almonte se ha enfocado en combatir la delincuencia, aplicando estrategias cuyos resultados se evidencian en los constantes apresamientos de delincuentes, el decomiso de grandes alijos de drogas y en la prevención de delitos contra la propiedad. Y no exageramos. Todos los ciudadanos observamos a una comandante policial entregada en cuerpo y alma a la tarea de cumplir con su deber, abriendo las puertas de su despacho a quienes buscan denunciar o colaborar en la persecución de individuos considerados peligrosos. Hoy son muchos los detenidos -tras haber sido acusados- de presuntos delitos que pretendían escapar de la justicia. Obviamente, Juana, la segunda mujer que comanda esta dirección regional de la Policía Nacional, conjuga la labor preventiva con la participación activa del liderazgo social, profesional y comunitario, reconociendo la función de los medios de comunicación en la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado. Claro está, el desempeño alcanzado se afianza en el trabajo en equipo, en la disposición de caminar por los barrios y sectores de la ciudad y en la forma responsable con la que viene enfrentando los retos y desafíos que con frecuencia afloran en el espacio geográfico donde le ha correspondido dirigir. Por eso, hasta hoy, podemos afirmar que Juana Almonte llegó a trabajar y los frutos están a la vista.