Cuando los delincuentes observan que las autoridades logran dar con los responsables de haber cometido hechos delictivos, que los atracos, robos, asaltos y asesinatos no quedan impunes, y los malechores terminan purgando condenas en la cárcel, obviamente, captan el mensaje de que por sus hechos tendrán que pagar el alto precio de perder su libertad.
Cuando las autoridades persiguen y atrapan a individuos reconocidos por las acciones vandálicas que realizan, se está enviando una buena señal, un mensaje positivo que es asimilado en la psiquis de quienes son propensos a delinquir.
Ahora que las autoridades policiales han anunciado que fueron identificados los asaltantes que asesinaron al administrador de una estación de combustibles en esta ciudad, es propicia la ocasión para recordar que hace apenas tres semanas fueron atracadas y despojadas de celulares varias personas que se encontraban en el interior de las cafeterías ubicadas en dos estaciones de la compañía Eco petróleo.
Los malechores, por igual se desplazaban en un carro color blanco, según denunciaron las víctimas. Días después nos sorprendió la triste noticia del atraco y asesinato del comerciante José Agustín Fuertes Núñez, administrador de la estación cuya cafetería días antes había sido atracada.
Al comerciante lo interceptaron elementos a bordo de una motocicleta, seguido de un carro color blanco, quienes le dispararon y despojaron de una alta suma de dinero que se disponía depositar en una sucursal bancaria. Aunque nadie podrá recuperar la vida de José Agustín, resulta reconfortante saber que las autoridades ya dieron con los responsables del horrendo crimen.
Ya el juez de la Atención Permanente emitió órdenes de arrestos contra quienes se presume cometieron el hecho. Ojalá que esto sirva de escarmiento, y que además, anime a las autoridades a trabajar de forma coordinada para dar con los culpables de crímenes desgarradores que aún esperan ser esclarecidos en esta provincia. Cuando los delincuentes son traducidos a la acción de la justicia, se asientan precedentes importantes en la sociedad.
Más aún, cuando se escucha el reclamo generalizado de un pueblo que busca sea conformada la Mesa de Seguridad Ciudadana en una provincia atrapada entre las garras de la delincuencia y la criminalidad.
Ojalá que las autoridades tomen en serio este llamado, para que un puñado de malhechores sean sacados de nuestras calles y comunidades.