Como un palo asechao ha sido definido el cambio brusco del uniforme escolar que fue anunciado por el ministro de educación Andrés Navarro. Así lo han denunciado representantes de la industria textil que forman parte de la Federación Dominicana de Comerciantes, quienes plantean que la medida fue dispuesta por el gobierno sin tomar en cuenta el comercio organizado.
Y es que, según expresan, fueron tomados por sorpresa, ya que cuentan con una cantidad inmensa de camisas y poloshirt en existencia, y ahora, como los colores son por región no podrán venderlos.
Las quejas de los representantes del sector textil han sido llevadas al seno de las entidades que defienden los intereses de los comerciantes, a fin de que intervengan ante el ministro Andrés Navarro, para que éste disponga una prórroga que les permita por lo menos salir de los miles de uniformes que tienen en existencia. La propuesta es entendible, ya que la industria textil adelanta cada año las confecciones de uniformes escolares. Y para muchos, la situación de cambio, generará pérdidas millonarias.
De ahí que nos sumamos a las voces que claman porque se otorgue un plazo a los dueños de tiendas para que logren terminar el inventario, y más aún, porque el Ministerio de Educación, según explican, los está sacando de circulación, quitándoles el negocio de ventas de uniformes, porque en lo adelante, será ese Ministerio el que habrá de suministrar directamente el uniforme escolar que será comprado a los fabricantes.
Para esto, conforme a lo anunciado por Navarro, serán invertidos unos 639 millones de pesos para comprar unas 392 mil camisetas, las que según nuestros cálculos, estarían costando unos mil 631 pesos por unidad al Estado dominicano. A pesar de los fríos cálculos, lo único que estamos esperando es que ningún sector comercial sea perjudicado.