No es casual que fuera la Policía Nacional la que se anotara el error. Es uno más de los tantos agravios que sufren los ciudadanos a diario, fruto de la improvisación, y del manejo autoritario que hereda la institución. Sin embargo, lo que nunca pensamos que llegaría a ocurrir es que por el color de la piel fuera apresado un ciudadano dominicano que precisamente sirvió a la Policía Nacional durante 27 años.
El oficial retirado Santo Fausto Arias, jamás llegó a imaginar que sería arrestado, golpeado y maltratado por agentes de la misma institución a la que sirviera por tantos años. El primer teniente retirado de la Policía Nacional fue arrestado el pasado viernes, supuestamente por su color de piel, como si esta condición fuera considerada un motivo para la represión de la que fue objeto. Y no valieron sus demandas de respeto, nadie escuchó que se trataba de un dominicano que había dado sus mejores años a la misma institución que lo arrestaba por su color, todo fue en vano, porque el primer teniente retirado Santo Fausto Arias fue llevado en calidad de presidiario sin haber faltado. Para él la peor vergüenza por la que ha pasado, fruto de la intransigencia de una Mayor de la Policía que se enzañó en su contra. Esto, sin dudas traerá consecuencias, según expresó el oficial retirado.
Los golpes sufridos les mantienen con un constante dolor de cabeza, pero lo que más duele es haber pasado por la vergüenza de un arresto tan brutal por parte de la institución policial. El caso deberá ser investigado, entre tanto, en el distrito municipal El Carretón afirman que el señor Fausto es un comunitario dedicado a la crianza de animales y a la agricultura, con lo cual ha llevado a varias de sus hijas a la universidad, y goza por demás, del aprecio de los lugareños
El abuso cometido por la Policía Nacional en esta ciudad es algo que no se puede tolerar en momentos en que se habla de modernizar la institución para que sirva al propósito de garantizar la seguridad que demanda la población.
Si este atropello ha ocurrido con un oficial en retiro, no queremos ni pensar lo que están pasando los humildes ciudadanos que moran en las entrañas de nuestros barrios. Eso ni queremos imaginarlo.