El vigilante de la clínica rural del sector la Saona reconoció hoy su responsabilidad en el robo que fue perpetrado en ese lugar en días pasados.
Informó que su trabajo de cuidar la clínica rural es de seis de la tarde a seis de la mañana, pero ese día salió más temprano debido a que el celular lo engaño con la hora.
El también vendedor de aguacates Manuel Santana explicó que trabaja con un arma blanca y que solo le compete cuidar la clínica por fuera, pues desconoce lo que hay en su interior.
De igual modo señalo que anteriormente se robaron un inodoro, tras darle permiso a una niña para que utilizara el baño y lo dejo abierto, el cual tuvo que pagarlo descantando otras perdidas.
Sin embargo la señora Rudy Melania Báez, que vive frente a la clínica, se quejó de que tienen que ir a otro centro de salud pudiendo dar el servicio en la clínica que hace alrededor de un año que la terminaron.
La clínica rural todavía permanece con las ventanas rotas, no tiene servicio energético, ni de agua y según los moradores del Fundo se va a deteriorar sin usarse.