La población banileja lució en todo el día y parte de la noche desesperada ante la presencia de un prolongado apagón del servicio eléctrico del que nada se dijo en términos oficiales sobre las casusas del mismo.
Algunas calles como la presidente Billini se veían con un tránsito caótico, puesto que los semáforos ninguno estaban funcionando, mientras los centros comerciales tuvieron que permanecer a oscura por el hecho que la capacidad de sus inversores y plantas eléctricas de vio agotada.
Las barras, cafeterías, colmadones, salones de belleza y talleres tuvieron que limitar su accionar por extensa prolongación de la suspensión eléctrica.
La población urbana, sin respuestas y sin que nadie le explicara la causa de la ausencia del servicio eléctrico, comenzaba a sentir sus ánimos resaltados y encarecidos, dispuesta a la protesta.
Casi a las nueve de la noche, se pudo leer en las redes sociales y no como una declaración oficial de Edesur, sino como una información de un comunicador inquieto, que un inconveniente en unos de los interruptores de alta tensión, en la subestación que se encuentra a la entrada de la ciudad, provocó el prolongado apagón de doce horas.
Primero se dijo en facebook, que no se contaba con energía eléctrica en la ciudad, porque alegadamente, Edesur estaba cambiando los transformadores de la subestación por otros de mayor capacidad.
Oficialmente Edesur no comunicó a la población banileja sobre los supuestos trabajos que realizaría en la subestación, ni sobre los inconvenientes que los mismos causarían en el servicio eléctrico.
Fueron doce tortuosas horas de desesperación e impotencia que vivió el usuario del servicio eléctrico, el que no fue digno de una explicación por parte de Edesur, de una explicación satisfactoria.