Han sido muchas las denuncias de dispendios, derroches y despilfarros de recursos del Estado. La hemos escuchado por los medios de comunicación y en todos los rincones de la República. Denuncias que mueren sepultadas por falta de justicia.
Denuncias que salen como primicias y luego quedan como simples clarinadas que se apagan para llenar de impotencia a un pueblo que lucha por transparencia y manejo pulcro de los fondos públicos.
Ahora nos alcanza la denuncia hecha por el diputado José Lalux, de que EDESUR paga 300 mil pesos de alquiler por un edificio en Santo Domingo, un indicador de la tragedia por la que está pasando el pueblo dominicano, dirigido por funcionarios desalmados que no les importan las calamidades por las que están pasando los hombres y mujeres que cumplen religiosamente con el pago de la energía eléctrica.
Parece ser que las constantes denuncias de familias que se quejan de altas facturaciones y de injustificables multas, son ciertas. Parecen tener razón en esas quejas que son casi un grito de desesperación.
Por eso, y quien sabe cuántas cosas más que aún nadie se ha atrevido a denunciar, es que nunca se acabarán los apagones y las altas facturaciones de EDESUR. sin contar las botellas y botellones que se rumoran para irritar a los ciudadanos que piden mejorar el servicio.
Es probable que con el aumento de la generación que promete PUNTA CATALINA también aumenten los escándalos económicos de la corrupción que nunca termina.