Sin temor a los que acusan de racistas y xenófobos a quienes se quejan de las malas acciones cometidas por nacionales haitianos en suelo dominicano, nos hacemos eco de la denuncia hecha por moradores de la zona Sur de esta ciudad en la que cuentan el terror al que están siendo sometidas mujeres que se desplazan por la avenida Fabio Herrera.
Y es que haitianos están atacando a mujeres indefensas que transitan por la citada vía y por áreas de Bocacanasta que conducen al Corbanal para cometer violaciones sexuales. La actitud salvaje de los agresores se pone de manifiesto mientras se percibe la falta de vigilancia policial, según narran testigos que claman porque las autoridades asuman frenar los actos cometidos.
Ya conocemos de casos similares en áreas residenciales. Ayer escuchamos la denuncia de un televidente del programa Visión Matinal, quien acusa a ciudadanos haitianos de una supuesta agresión sexual a dos mujeres que recientemente se habían mudado a una urbanización ubicada antes del Corbanal. Un hecho que debe ser investigado.
Pero no bien conocemos esa denuncia, a las siete de la mañana de ayer, otra mujer fue víctima de agresión cuando se ejercitaba por la avenida Fabio Herrera, próximo al residencial Nuevo Milenio. El agresor, un haitiano armado con un arma de fabricación casera, denominada Chilena, quien se abalanzó sobre ella con el propósito de violarla. La mujer agredida por el extranjero, es la señora Yoice Pimentel, de 34 años, quien hoy está viva para contar su escalofriante historia. Según nos narra, fue sorprendida por el haitiano, y ante su resistencia recibió golpes en la cara y la cabeza que han requerido su ingreso al hospital Nuestra Señora de Regla.
La realidad es amarga, ya que la práctica de violación sexual a mujeres de la zona se hace cada vez más recurrente, mientras muchas de las víctimas se niegan a denunciar a sus agresores. Ojalá que las autoridades dispongan de vigilancia y los violadores sexuales sean castigados. Ahora que sale a relucir la identidad de muchos de los malechores, es el momento para iniciar un proceso de investigación que lleve a dar con la captura de los violadores sexuales.